viernes, 20 de marzo de 2009

Crepúsculo y las historias de vampiros...

Debo confesar que soy, desde hace muchos años, una ferviente amante de los vampiros. Leí las novelas de Anne Rice gracias a Patti, una gran amiga mía que era fan incondicional de Lestat y el resto. También me encantó la versión de “Drácula” de Coppola. Continué enloqueciendo con Ángel de “Buffy, la cazavampiros” y la saga de Underwold (que por cierto, se acaba de estrenar en cine la última entrega).

Y cuando escuché a dos de mis alumnas como hablaban de la película y el libro, al principio fui algo reticente, ya que tan sólo tienen 11 y 13 años… Fueron tan insistentes que accedí a ver la película y la verdad es que me gustó bastante. Pero seguía negada a leer el libro pensando que seria una novela juvenil romanticona de esas que tanto gustan a las preadolescentes.

Leí en el blog de Luciana, una docente argentina de 32 años y con aficiones y gustos comunes en libros, cine y música, que le había sorprendido gratamente este libro. Así que hice enormemente feliz a mi alumna accediendo a que me lo prestara. Y tengo que admitir que me enganchó de inmediato.

Me ha parecido de lo más “romántica” la historia de amor que narra esta novela, entre una humana (Bella), y un vampiro (Edward). Relatada desde el punto de vista de Bella, nos cuenta como su vida cambia cuando se muda a vivir con su padre a un pueblito donde casi nunca sale el sol.

Entendí porque las adolescentes se sienten tan representadas por Bella. Es tremendamente torpe, no es bonita y se considera mediocre. En la edad en que una chica se siente casi todo el tiempo fuera de lugar, a la protagonista le sucede lo mismo. Entonces, aparece Edward Cullen, un joven terriblemente seductor, lleno de gracia y picardía. Inevitable que ella no caiga rendida a sus encantos y la historia de amor comienza, con todas las dificultades que conlleva.
Es el sueño de toda niña que se siente incómoda consigo misma, que alguien especial se enamore de ella y la haga sentir menos común.
Bella es un personaje carismático por su independencia, inteligencia y determinación, ingenuidad e inocencia, por sus ganas de complacer a los que la rodean (además, su personaje, es una lectora asidua de Jane Austen) y también por su idea romántica del amor. Creo que la personalidad de Bella no ha sido bien reflejada en la película como en el libro. La Bella del libro muestra más resolución en sus sentimientos y tiene una personalidad mucho más interesante.

En cuanto a Edward, la idea del vampiro que lucha contra su naturaleza monstruosa no es nueva, pero esta muy bien tratado su personaje. Creo que la mayoría termina enamorándose de Edward, con su rostro y cuerpo escultural, su lucha interior, su picardía y galantería. Y cómo no, yo también me dejé enamorar :D.

En general la novela es amena y entretenida. Una historia de amor llena de miradas, segundas intenciones, secretos, sueños y como no, deseos incontrolados. He sentido de nuevo las sensaciones que he vivido cuando he estado enamorada. Y creo que la lectura de libros como este, hace emerger en nuestros adolescentes estos sentimientos tan preciados y el erotismo que nuestra sociedad tan marcadamente sexual ha hecho que tristemente se pierdan los adolescentes.

La historia y la forma en que está relatada, hacen que sea fácil de leer rápidamente. Mi teoría es, que lo lectores actuales, requieren este tipo de narración sencilla y atrapante para no abandonar el libro, si este era el objetivo de la escritora, lo logra con creces. Totalmente recomendable para adolescentes o mujeres con mentalidad de quinceañera (como yo, jajaja).

No hay comentarios:

Publicar un comentario