"Contra el viento del norte" en teatro

De la misma manera que disfruté muchísimo aquella versión teatral que Isabel Coixet hizo de "84, Charing Cross Road" de Helene Hanff, me encantaría ahora poder ver esta versión teatral de la novela de Daniel Glattauer "Contra el viento del norte" que tanto disfruté hace un año.

 

La compañía Tanttaka Teatro es la responsable de esta versión de la adaptación de Daniel Glattauer y Ulrike Zemme cuya dirección corre a cargo de Fernando Bernués. La escenografía es de José Ibarrola y los intérpretes son Joseba Apaolaza, Itziar Atienza y Pablo Viña. 

'Contra el viento del norte' y su segunda parte, 'Cada siete olas', publicadas en España por Alfaguara, se ha convertido en un auténtico fenómeno editorial: traducidos a 37 idiomas, los dos libros han tenido un impactante éxito de ventas y de crítica. Yo leí los dos seguidos en un par de días pues Glattauer utiliza el correo electrónico para renovar la novela romántica epistolar, con un espléndido manejo de la acción y de los diálogos, llenos de humor e inteligencia.

Las fronteras entre la amistad y el amor, el temor al encuentro físico, la infidelidad, los celos y la búsqueda de la felicidad son algunos de los grandes temas abordados por Glattauer. El envío de un correo electrónico a una dirección equivocada pone en contacto a Emmi Rothner con Leo Leike. A partir de entonces, alimentado por la curiosidad, comenzará un intensivo intercambio electrónico en el que irán descubriéndose el uno al otro.

La obra basada en 'Contra el viento del norte' se ha estrenado con la misma adaptación en 23 teatros de las principales ciudades de Alemania, Austria y Suiza con gran éxito de crítica y de público, y se llevará también a los teatros de Italia, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia.

En palabras de Bernués, "cuando adaptas textos literarios corres el riesgo de defraudar el imaginario del otro, de no coincidir con el espectador". Sin embargo, afirma que están contentos con las críticas que han recibido hasta ahora.

El director de 'Contra el viento del norte' señala que ha sido "fiel" a la novela, aunque sí se ha tomado algunas licencias en cuestiones visuales, ya que había que explicar "cómo viven, visten y comen" estos personajes. La puesta en escena se ha conseguido a partir de dos cubículos. Uno de ellos es la habitación de Emmi, que duerme en una estancia diferente a la de su marido. El otro pertenece al salón de Leo. En ambos cuartos el espectador asiste a la intimidad de los personajes, quienes se encuentran acompañados en todo momento de su ordenador.