Literigatos #1: En el piso de abajo: Memorias de una cocinera inglesa de los años 20, de Margaret Powell

Mi primer Literigato!!!

Ficha Literigato #1:

Nombre del libro y del autor: "En el piso de abajo: Memorias de una cocinera inglesa de los años 20" de Margaret Powell.
Nombre del gato y de su dueño, si es que lo tiene: La señora Bowchard, cocinera en una casa rica de Londres en los años 20, tenía un gato al que llamaba "Su señoría".
Fragmento que compruebe la existencia del gato: página 89.

Características del gato: 

"Era un animal enorme, blanco y negro; supongo que se podría decir que era un gato precioso. Ella lo llamaba "Su Señoría" me inspiraba un odio intenso. Era un bicho de lo más altanero. Personalmente, creo que todos los gatos altaneros. Se te quedan mirando como si no valieras ni un comino. Como podrían imaginarse, aquel gato era listísimo; eso no puedo negarlo. dormía en la habitación de la cocinera. se metía debajo de su cama, y a las siete menos cuarto de la mañana sin excepción, en cuanto sonaba el despertador, salía de ahí, iba a la puerta y daba con la patita en el picaporte, señal para que la señora Bowchard se levantara, abriera y le dejara salir. Entonces, él se daba un paseo por el pasillo, venía a la cocina y se quedaba mirándome, muy quieto. No se movía, solo me miraba hasta captar mi atención, señal àra que le llevara a la señora Bowchard una jarra de agua caliente y una taza de té. Aquello me sacaba de mis casillas. Yo decía: "no sé cómo la vieja no te da una nota para que la cojas con la boca y me la traigas. vete de aquí". Pero, como se pueden figurar, no se iba. Aunque le señalara la puerta, él se quedaba ahí quieto hasta que me veía pasar con la jarra de agua caliente y la taza de té. Era realmente muy listo, aunque por entonces a mí no me lo pareciera.

Dos veces por semana, recibíamos una cabeza de bacalao para el animalito, que yo tenía que cocinar para él, y retirarle las espinas. La señora Bowchard se quedaba arrobada mirando al gato. Me decía; "Y no te olvides de quitar todas las espinas, a Su señoría no se le puede atravesar ninguna en la garganta, ¿entendido?. Cuando decía eso, yo me quedaba lívida. Pero lo hacía, y luego lo dejaba en el suelo para él, y créanme si les digo qeu ese endemoniado gato a veces no hacía más que olisquearlo y se marchaba tan campante, con la cabeza bien alta y el rabo bien tieso. Si la cocinera no estaba delante cuando hacñia eso, yo, desde luego, le mandaba bien lejos de un puntapié. Pero ese bicho era tan listo que al final no se le ocurría siquiera mirar u olisquear el pescado si era yo quien lo había preparado. ¡Ya lo creo, que era listo!

 

Además del echo de haber encontrado mi primer Literigato, el libro me ha gustado mucho como curiosidad historica, pues es la primera vez que leo la realidad de inglaterra explicada por una mujer que no pertenecía a la clase bienestante, sino que era una más de los cientos y miles de personas que trabajaban como criados de las grandes casas y familias inglesas. 

Una mujer que, a pesar de pertenecer a una familia muy sencilla y pobre, siguió siempre leyendo libros, tenía una personalidad fuerte y solía decir lo que pensaba, y que tuvo sus propias ideas con una concepción social y feminista adelantados a su época. Lo que me encantó fue saber que al final, cuando sus hijos fueron ya mayores y cerca de los 60 años, volvió a estudiar y seguir con su formación, con la ilusión de haber sido profesora que se truncó cuando tuvo que ponerse a trabajar a los 15 años de pinche en una cocina...

Y con este libro también consigo el 2º libro del Reto 1914! Margaret Powell nos explica como afectó la guerra y la restricción de comida en las casas adineradas y las pobres de Londres.

CONSEGUIDO!!!